jueves, 31 de julio de 2008

Comprendí que esa duda era lo que nos separaba sin que nos diésemos cuenta, pero comprendí además que esa duda era el abismo que te separaba del resto de las personas. Y yo no podía hacer nada por traerte a este lado. Creo que vos mismo no sabías cómo hacer, a pesar de que ambos sospechamos, cada uno por su lado y con sus tiempos, que cuando estuvimos en el mar hubo una oportunidad, débil quizás pero oportunidad al fin, de cambiar nuestras vidas. Entonces te pregunté por qué venías?, por qué nos veíamos?, y vos me dijiste que lo hacías porque te sentías bien.

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